
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.(Salmo 33)
Dios Todopoderoso, Hoy te alabo y te bendigo en todo momento, quiero que cada minuto de este nuevo día que me regalas mi boca no cese de glorificar tu santo nombre.
Padre, te pido que derrames hoy y siempre sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado, que hagas que la fe de este misterio se infunda también en nuestros corazones y, del mismo modo, te ruego que celebrando con alegría la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, merezca, por una vida digna de Él, gozar de su presencia.
Señor, por la festividad del nacimiento de Tu hijo, te pido que perdones mis pecados y hagas de mí un instrumento para hacer el bien y proclamar tus alabanzas. De ahora y para siempre.
Amén