
TĆŗ reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de AdÔn.»
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna.(Salmo 89)
Señor Jesús, Hoy vengo a alabar y bendecir tu santo nombre, porque eres el dueño del cielo y la tierra y todo lo que en ello se contiene, gracias por tu infinita misericordia.
Padre, sĆ© que tu amor se derrama en mi vida en estos momentos y estĆ”s tocando lo profundo de mi corazón, sanando toda herida, toda frustración, todo dolor. Gracias porque nunca me desamparas y porque sĆ© que cuando se cierra una puerta, se abren mil ventanas de oportunidades para mĆ.
Ven SeƱor, a darme consuelo y fortalecerme con tu compaƱĆa. No me desampares nunca y ayĆŗdame en los momentos difĆciles que pueda pasar. Gracias por tu infinito amor.
AmƩn