
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.(Salmo 104)
Dios, hoy iniciando este nuevo mes, te alabo y te glorifico, porque eres mi Padre, el que me acompaña de día y de noche y el que me guía en todos mis proyectos. Hoy te entrego mis alegrías y mis tristezas, mis triunfos y mis derrotas, mi salud y mi enfermedad, porque en los buenos y en los malos momentos siempre estas presente.
Señor, mi gozo viene de ti, de tu infinita bondad y amor. Te ruego sigas siendo mi eterno protector y salvador, de ahora y para siempre.
Amèn.