
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.. (Salmo 84)
Señor, hay mucho dolor en este tiempo, hay sufrimiento e injusticia, te pido que me ayudes a sembrar semillas de esperanza. Que pueda descubrir la alegría de la paciente espera, activa y fecunda, comprometida por la vida de los que nos rodean.
Padre amado, enséñame a hacer crecer la esperanza de algo nuevo, mantenme firme y sin quejas, contento y satisfecho con lo que soy, sin ansiar tener más cosas, sólo deseando compartir con mi prójimo todo don que me has dado y que necesito para hacer tu reino.
Sé para mí, hoy y siempre, un estímulo del respeto a la diferencia, un impulso a dar del todo, sin esperar nada, una emoción que me inunda e ilusiona y llena de sentido mi vida. Tú que eres la luz que espera el mundo, dame tu santa bendición cada día de mi vida.
Amén.