
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. (Salmo 71)
Dios Padre Todopoderoso, en la mañana de este nuevo día que me regalas y que está por empezar, vengo a agradecerte por tu infinita misericordia para conmigo y los míos, porque infinito es tu amor y tu misericordia y, porque a pesar de mis errores y de mis pecados, tú me amas, me perdonas y me ayudas a seguir adelante.
En estos días decembrinos te pido que la venida de tu Hijo en nuestra carne aumente la esperanza en la venida gloriosa del Señor y fortalezca en todos, un mayor aprecio por la vida naciente y la armonía en la familia y a nuestro prójimo.
Enséñame Señor, el recogimiento, la paz y la humildad, esa que me ayudará a ser cada día mejor persona, a ser un mejor hijo, digno de ti. Sé que a veces me desvío de tu camino pero te pido que no permitas que me apartes nunca más de ti t que con tu amor alcance tu misericordia.
Amén.