Cuarto Día de la Novena al Sagrado Divino Niño Jesús

Oración para todos los domingos.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. ¿Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a Tu Majestad? Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tu has dicho: «Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pida al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe». Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén. Padre Nuestro,  Avemaría, Gloria.

CONSIDERACIÓN: JESUS ES NUESTRO PASTOR.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan – En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos: Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da la vida por sus ovejas. El asalariado, el que no es Pastor, dueño de las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata y dispersa las ovejas, porque es asalariado y no cuida de las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, y conozco a las mías y las mías me conocen a mí, como el Padre me conoce y yo conozco a mi Padre y pongo mi vida por las ovejas. Otras ovejas tengo, que no son de este rebaño, y es preciso que yo las traiga, y oigan mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.

Palabra de Dios.

HABLA JESÚS:

Hoy por hoy, ¿qué necesitas? Que puedo hacer por tu bien? Si supieras los deseos que tengo de favorecerte. Yo di de comer a cinco mil hombres con sólo cinco panes, porque vi que lo necesitaban, yo calmé la tempestad cuando los apóstoles me despertaron. Yo resucité la hija de Jairo cuando su padre me pidió que fuera a resucitarla. Tu también tendrás que repetir con el profeta: “Quién ha clamado a Dios y no ha sido escuchado”.

No te avergüences, pobre alma, hay en el cielo tantos justos y tantos santos de primer orden, que tuvieron los mismos defectos que tu tienes. Pero rogaron con humildad y poco a poco se vieron libres de ellos.

Porque “yo no vine a buscar a los justos sino a los pecadores” y porque “un corazón humillado y arrepentido, Dios nunca lo rechaza”. “el mejor regalo para Dios es un corazón arrepentido”.

Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales. Salud, memoria, simpatía, éxito en el trabajo o en los estudios o negocios. Entenderte bien con todas las personas. Ideas nuevas para tus empresas, amistades que te sean provechosas, buen genio, paciencia, alegría, generosidad, amor de Dios, odio al pecado, etc. Todo eso puedo darte y lo doy, y deseo que me lo pidas, en cuanto no se oponga, antes bien, favorezca y ayude a tu santificación . Pero en todo debes siempre repetir mi oración del huerto:

“Padre no se haga mi voluntad sino la tuya. No se haga como yo quiero, sino como quieres Tu”. Porque muchas veces lo que una persona pide no le conviene para su salvación, y entonces nuestro Padre Dios le concede en cambio otros regalos que le harían mayor bien.

Gozos

Oh Divino Niño Mi Dios y Señor

Tú serás el Dueño De mi corazón.

Niño amable de mi vida Consuelo de los cristianos

La gracia que necesito Pongo en tus benditas manos.

Oh Divino Niño Mi Dios y Señor

Tú serás el Dueño de mi corazón.

Tú sabes mis pesares Pues todos te los confío

Da la paz a los turbados Y alivio al corazón mío.

Oh Divino Niño Mi Dios y Señor

Tú serás el Dueño de mi corazón.

Y aunque tu amor no merezco No recurriré a Ti en vano

Pues eres Hijo de Dios Y consuelo del cristiano.

Oh Divino Niño….

Acuérdate oh Niño Santo Que jamás se oyó decir

Que alguno té haya implorado Sin tu auxilio recibir

Oh Divino Niño….

Por eso con fe y confianza Humilde y arrepentido

Lleno de amor y confianza Este favor yo te pido.

Oh Divino Niño…

Oración Final


Oh Jesús: «Tú has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado». Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir. Ven a mí, Niño Jesús, van a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados. Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. Aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tú vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañaran todos los días de mi vida. Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la Cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo Como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor., Te adoro Como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús José y María, líbranos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas.

Amén. Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Amén.

Descubre más desde Oraciones Cristianas

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo