
Oración para todos los domingos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. ¿Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a Tu Majestad? Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tú has dicho: “Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pida al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe”. Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
CONSIDERACIÓN: JESÚS MULTIPLICA LOS PANES.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan – en aquel tiempo, partió Jesús al otro lado del mar de Galilea, de Tiberíades, y le seguía una gran muchedumbre, porque veía los milagros que hacía en los enfermos. Subió Jesús a un monte y se sentó con sus discípulos. Estaba cercana la Pascua, la fiesta de los Judíos. Levantando, pues, los ojos Jesús contemplando la muchedumbre que venía a Él dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para dar de comer a estos? esto lo decía para tantos?. Dijo Jesús: mandad que se sienten. Había en aquel sitio mucha hierba verde. Se sentaron pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, dando gracias, dio a los que estaban recostados, e igualmente de los peces cuanto quisieron. Así que se saciaron, dijo Jesús a los discípulos: recoged los fragmentos que han sobrado, para que no se pierdan. Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos de fragmentos, que de los cinco panes de cebada sobraron de los que habían comido. Los hombres, viendo el milagro que había hecho, decían: verdaderamente éste es el Profeta, que ha de venir al mundo. Y Jesús, conociendo que iban a venir para proclamarlo rey, se retiró otra vez al monte solo.
Palabra de Dios.
Habla Jesús
SIENTES ACASO TRISTEZA O MAL HUMOR? Cuéntame. Cuéntame alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. Quien te hirió? Quien lastimó tu amor propio? Quien te ha menospreciado?. Dime si te sale mal tu empresa y yo te diré la causa del mal éxito. No quisieras interesarme algo en tu favor?. Acércate a mi corazón que tiene bálsamo eficaz para todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo y acabarás en breve por decirme que a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, porque “las personas de esta vida no son comparables con la inmensa gloria que nos espera como premio en la eternidad”. Sientes desvío de parte de algunas personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti sin que les hayas dado motivo? Ruega por ellas. Mi amigo Job rezó por los que le correspondían muy ingratamente, y la bondad divina los perdonó y los volvió a su amistad.
Gozos
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño De mi corazón.
Niño amable de mi vida Consuelo de los cristianos
La gracia que necesito Pongo en tus benditas manos.
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño de mi corazón.
Tú sabes mis pesares Pues todos te los confío
Da la paz a los turbados Y alivio al corazón mío.
Oh Divino Niño Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño de mi corazón.
Y aunque tu amor no merezco No recurriré a Ti en vano
Pues eres Hijo de Dios Y consuelo del cristiano.
Oh Divino Niño….
Acuérdate oh Niño Santo Que jamás se oyó decir
Que alguno té haya implorado Sin tu auxilio recibir
Oh Divino Niño….
Por eso con fe y confianza Humilde y arrepentido
Lleno de amor y confianza Este favor yo te pido.
Oh Divino Niño…
Oración Final
Oh Jesús: “Tú has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Por eso vengo a pedirte con toda fe: Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir. Ven a mí, Niño Jesús, van a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados. Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. Aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tú vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu Misericordia me acompañaran todos los días de mi vida. Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la Cruz con el precio de tu Sangre. Te proclamo Como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor., Te adoro Como a mi Dios y Soberano Señor. Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.
Jesús José y María, líbranos de todo mal.
Jesús, José y María, salvad nuestras almas.
Amén. Aleluya. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.