Padre, que vives y gobiernas en el Cielo, deja que tu Reino venga a la tierra y se establezca a travĆ©s de mĆ. No hay temor, ni ansiedad, ni pĆ”nico en el Cielo. Establece tu Reino en mi corazĆ³n, para que pueda andar en paz, en confianza y en fuerza. Abre los ojos de mi corazĆ³n para ver todo lo que tienes para mĆ. MuĆ©strame cĆ³mo he sido bendecido con cada bendiciĆ³n espiritual en los lugares celestiales. AyĆŗdame a recibir todo lo que tienes para mĆ.
āāLos Ć”ngeles estĆ”n alrededor de mĆ, ellos me guardarĆ”n segĆŗn tu palabra y tu mandamiento. No dejarĆ”s que mi pie tropiece. ConfĆo en ti, Padre, solo en ti. Yo soy tu hijo, y tĆŗ eres mi Padre.
Padre, te veo como mi fuente de esperanza y de paz. TĆŗ me cubres con tus alas y luchas constantemente por mĆ. MuĆ©strame que no necesito luchar, sino que puedo descansar en ti y descansar en las promesas de tu protecciĆ³n. No hay necesidad de que el estrĆ©s o la preocupaciĆ³n me invadan. TĆŗ proporcionarĆ”s todo lo que necesito para la vida, para la paz y para la protecciĆ³n.āā
āHoy no estarĆ© ansioso por nada, pero yo te rogarĆ© acerca de todo, echando sobre ti mis cuidados, porque me amas. Me guiarĆ” a lo largo del mejor camino para mĆ la vida. Me aconsejarĆ”s. Nunca me dejarĆ”s solo. Siempre estĆ”s conmigo. Siempre. El pecado no puede separarnos.
āGracias, Padre, que has comenzado una buena obra en mĆ y que serĆ”s fiel para completarla. Yo escucharĆ© con mi corazĆ³n porque tu estĆ”s constantemente hablando de paz sobre mĆ. Tienes la palabra de la vida! Pongo toda mi confianza en ti.
āāEn el nombre de JesĆŗs,
AmƩn.