
Despreciaste a la Roca que te engendró,
y olvidaste al Dios que te dio a luz.
Lo vio el SeƱor, e irritado
rechazó a sus hijos e hijas. (Salmo 32)
Señor, te doy gracias por permitirme Hoy abrir nuevamente mis ojos para ver la luz de un nuevo amanecer, por cubrirme con tu sagrado manto de toda tentación y pecado y por darme la gracia para no defraudarte y poder vivir contigo a mi lado, siendo fiel a tu testimonio y a tu gloria.
Ayúdame Señor, a aprender a callar en los momentos de ira, para no ofender ni herir los sentimientos de otras personas, a pensar de forma clara sin dejarme perturbar ni abrumar por los problemas y las malas situaciones y a tomar siempre las mejores decisiones en mi vida.
Quiero comenzar este dĆa con tu santa bendición y con la seguridad de que serĆ”s mi conductor en todo el camino y serĆ”s mi guĆa en todos mis proyectos, para poder vencer y ser victorioso.
AmƩn.