Oraciones a San Pedro y San Pablo

Oración del Papa ante San Pedro en el Vaticano
Grabado del siglo XIX

Oración a Los Santos Apóstoles

¡Oh santos apóstoles Pedro y Pablo! Yo os elijo hoy y para siempre por mis especiales protectores y abogados; y me alegro humildemente tanto con Vos, san Pedro, príncipe de los Apóstoles, porque sois la piedra sobre la cual edificó Dios su Iglesia; como con Vos, san Pablo, escogido por Dios para vaso de elección y predicador de la verdad en todo el mundo. Alcanzadme, os suplico, una fe viva, una esperanza firme y una caridad perfecta; atención en el orar, pureza de corazón, recta intención en las obras, diligencia en el cumplimiento de las obligaciones de mi estado, constancia en los propósitos, resignación a la voluntad de Dios y perseverancia en la divina gracia hasta la muerte; para que mediante vuestra intercesión y vuestros méritos gloriosos, pueda vencer las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne, me haga digno de presentarme ante el supremo y eterno pastor de almas Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos, para gozarle y amarle eternamente. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oración  a San Pedro y San Pablo

Te agradecemos, Jesús Buen Pastor, por haber elegido a los santos apóstoles Pedro y Pablo como los máximos pastores de la iglesia como instrumentos de la salvación para muchos de tu pueblo. Y ustedes, santos apóstoles, que merecieron tan grande gracia intercedan por nosotros junto a Jesús y María, para darnos fuerzas y luchar contra lo que impide seguir con valentía vuestra vocación.

Te agradecemos, Jesús Buen Pastor, por haber infundido en los corazones de los santos apóstoles Pedro y Pablo la más pura llama de amor a Dios y a los hermanos. Y ustedes, santos apóstoles, que vivieron plenamente entregados, intercedan por nosotros junto a Jesús y María, para que podamos consagrar a Dios con alegría todas nuestras fuerzas.

Te agradecemos, Jesús Buen Pastor, porque elegiste a los santos apóstoles Pedro y Pablo para predicar y testimoniar tu pobreza. Y ustedes, nuestros protectores, que vivieron realmente la palabra evangélica, en la oración y en el servicio, obtengamos de Jesús y María la gracia de vivir una verdadera vida de pobreza, y así podamos conquistar las riquezas eternas.

Te agradecemos, Jesús Buen Pastor, porque gobiernas, apacientas y guías tu rebaño por intermedio de aquellos que te representan. Y ustedes, santos apóstoles Pedro y Pablo, que en el ejercicio de la autoridad supieron servir, enséñennos el espíritu de obediencia, el verdadero diálogo y colaboración en el servicio fraterno.

Te agradecemos, Jesús Buen Pastor por haber dado a los santos apóstoles Pedro y Pablo la gracia del martirio y la gloria eterna en el cielo. Y ustedes, nuestros protectores, por sus oraciones, luchas y conquistas, obtengamos la gracia de vivir plenamente nuestra consagración en el servicio, testimonio a través de nuestras actitudes y el amor de que salva.

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