
Todos los 22 de mayo la Iglesia Católica recuerda a Santa Rita de Casia, llamada āPatrona de lo imposibleā, quien fue una mujer religiosa italiana de quiĆ©n se relata que un Ćngel bajó del cielo a visitarla cuando se retiraba a rezar en un pequeƱo desvĆ”n.
A pesar de su deseo de convertirse en monja desde muy niƱa, obedeció la orden de sus padres de casarse muy joven con un oficial con quiĆ©n la habĆan comprometido. De ese matrimonio nacieron dos hijos gemelos varones.
Dieciocho aƱos despuĆ©s de su matrimonio quedó viuda tras el trĆ”gico asesinato de su esposo. Este hecho la afligió en gran manera, por lo que se refugiaba en la oración para pedir consuelo y perdón de Dios para los asesinos de su esposo, asĆ como tambiĆ©n por la paz de sus hijos que tenĆan sed de venganza por la muerte de su padre.
Rita, al darse cuenta de que las voluntades de los jóvenes no se doblegaban al perdón, rogó al SeƱor ofreciendo la vida de sus hijos para no verlos manchados de sangre. Ellos morirĆan a menos de un aƱo de la muerte del padre.
Cuando Santa Rita estuvo sola, renació en ella el deseo de seguir la vocación que de joven habĆa deseado realizar. Es asĆ como decidió entrar como monja en el monasterio de Santa MarĆa Magdalen, pero por tres veces no fue admitida, por ser viuda de un hombre asesinado.
La leyenda narra que Santa Rita logró superar todas las barreras y las puertas cerradas gracias a la intercesión de: San Juan Batista, San AgustĆn y San NicolĆ”s de Tolentino que la ayudaron a emprender el vuelo del “Escollo” hasta el Convento de Casia, en un modo para Ella incomprensible. Las monjas, ante el prodigio, la acogieron entre ellas y allĆ Rita permaneció 40 aƱos sumergida en la oración.
Uno de los hechos mĆ”s impactantes fue cuando Rita, despuĆ©s de volver perturbada al convento tras oĆr evocar con ardor los sufrimientos de la muerte de JesĆŗs un viernes Santo de 1432, permaneció rezando delante del crucificado en contemplación. En un momento preguntó a JesĆŗs si podrĆa compartir, al menos en parte, sus sufrimientos. Sucedió entonces el prodigio: Santa Rita fue traspasada de una de las espinas de la corona de JesĆŗs. Fue un espasmo sin fin. La santa llevó esta llaga en la frente por 15 aƱos como sello de amor.
Santa Rita fue llamada la Santa del “espina” y de la “Rosaā, puesto que cinco meses antes de su muerte, un dĆa de invierno donde estaba cubierto todo de nieve,fue visitada por una familiar que, al despedirse, le preguntó si deseaba algo. Rita respondió que deseaba una rosa de su huerto. De regreso en la pariente fue al jardĆn y, con gran asombro, vio una bella rosa abierta, la cogió y se la llevó.
Antes de cerrar los ojos para siempre tuvo la visión de que JesĆŗs y la Virgen MarĆa la invitaban al ParaĆso. Una de sus hermanas vio a su alma subir al cielo acompaƱada de Ćngeles y, al mismo tiempo, las campanas de la iglesia empezaron a sonar solas mientras un perfume suave se extendió por todos los rincones del Monasterio. Desde su habitación se vio el resplandor de una luz muy luminosa, como si hubiera entrado el Sol. Era el 22 mayo del 1447.
Santa Rita de Casia fue beatificada 180 aƱos despuƩs de su fallecimiento y proclamada Santa a 453 aƱos de su muerte