
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El SeƱor es la defensa de mi vida,
¿quién me harÔ temblar?(Salmo 26)
SeƱor JesĆŗs, en esta nueva maƱana que estĆ” por comenzar quiero consagrar este dĆa mis ojos, mis oĆdos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ven conmigo a todas partes y nunca me dejes sólo.
Padre, te doy gracias porque de nuevo veo la luz de un nuevo amanecer. Hoy Te ofrezco, toda mi vida entera; no permitas que la gaste en ofensas contra ti.
ConcĆ©deme seƱor vencer el mal y seguir siendo amigo tuyo durante este nuevo dĆa.
Dios Padre, ayĆŗdame a vivir este dĆa segĆŗn tus designios, que cada uno de los pasos que dĆ© sea segĆŗn tu voluntad. Permite que mi trabajo sea provechoso, y mi tiempo productivo y que se consoliden mis proyectos.
AmƩn.