
Dichoso el que estĆ” absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el SeƱor
no le apunta el delito.(Salmo 31)
Padre amado, hoy vengo confiado en tu palabra, esa que siempre conforta mi corazón en los momentos de tribulación. Lleno de amor y fe clamo tu misericordia para mĆ y los mĆos, para que apartes el mal que pueda asecharnos, la envidia y el rencor. TĆŗ que eres justo y que nos amas sin condición, escucha mis oraciones y mis sĆŗplicas.
Oh amado Dios, muĆ©strame hoy y cada dĆa tus obras y llena de paz mi corazón atormentado. Te lo pido de corazón,
AmƩn.