
Revelaciones celestiales a Santa Brígida de Suecia
Santa Brígida de Suecia es conocida por sus profecías y revelaciones místicas. Cuando tenía siete años, la Santísima Virgen se le apareció y le regaló una hermosa corona. A partir de entonces, decidió hacer todo por amor de Jesús, con el propósito de merecer tan bello regalo. Cuando tenía 11 años, Cristo se le apareció cubierto de sangre y lleno de heridas. Ella, llorando de compasión, le dijo: “Oh Jesús, ¿quién te ha hecho tanto daño?”, Jesús le respondió: “Son los que me rechazan y desprecian mi amor”. A partir de ese momento, Brígida hizo todo lo posible para consolarlo.
Las revelaciones celestiales de Santa Brígida han sido agrupadas en ocho libros, titulados Revelaciones Celestiales. A estos libros se añade una obra complementaria titulada Revelaciones Celestiales, Tomo 2: estos escritos son variados en términos de contenido y estilo. De hecho, en algunas ocasiones, estas revelaciones tienen forma de diálogo entre Brígida y una de las Tres Personas Divinas: la virgen María, los santos o los demonios. Otras veces, la santa relata una visión en particular, y, en ciertos momentos, las revelaciones cuentan lo que la Virgen María le reveló sobre la vida y los misterios de su Hijo. Cabe anotar que, San Juan Pablo II se refirió al valor de las Revelaciones de Santa Brígida, diciendo: “Al reconocer la santidad de Brígida, la Iglesia, sin pronunciarse sobre cada una de las revelaciones que tuvo, aceptó la autenticidad global de su experiencia interior”.
En las Revelaciones, se abordan con frecuencia dos temáticas principales:
La Pasión de Cristo, hacia la cual Brígida siempre tuvo una especial devoción. De hecho, las revelaciones dan muchos detalles sobre la Pasión, lo cual permite contemplar el amor infinito de Dios por los hombres. Por ejemplo, el Señor le dijo estas conmovedoras palabras: “Oh, amigos míos, yo amo con tanta ternura a mis ovejas que, si fuera posible, quisiera morir muchas otras veces por cada una de ellas con la misma muerte que sufrí para la redención de todas”.
La maternidad dolorosa de María: la Santísima Virgen es Mediadora y Madre de la Misericordia, gracias a estas virtudes.
Te invitamos a conocer las 20 Divinas promesas que Jesús le dejó a Santa Brígida.