
AsĆ como nuestro primer pensamiento del dĆa debe ser para Dios, tambiĆ©n debe serlo el Ćŗltimo. No se te pase nunca por alto la oración de la noche, antes de acostarte.
Dios mĆo, Jesucristo: Te doy gracias por todos los bendiciones que has derramado sobre mi y los mĆos en este dĆa. Te ofrezco mi sueƱo y todos los momentos de esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me pongo dentro de tu santĆsimo Costado y bajo el manto de mi Madre, la Virgen MarĆa. AsĆstanme y guĆ”rdenme en paz los santos Ćngeles y venga sobre mĆ tu Bendicion.
Padre amado, ayúdame a tener un sueño tranquilo y a tener un bonito despertar, en el que tú presencia esté siempre en mi
AmƩn