
Ā”QuĆ© alegrĆa cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya estƔn pisando nuestro pies tus umbrales, JerusalƩn. (Salmo 121)
SeƱor, hoy vengo a pedirte que hagas de mi corazón un templo de amor y perdón, permĆteme tener un corazón humilde y arrepentido de mis pecados para poder obrar de forma correcta.
No permitas Señor, que mi alma se llene de odio, envidia, rencor ni prepotencia, has de mà una persona humilde y creyente de ti. Permite que mi corazón se llene de gozo al mencionar tu nombre.
AmƩn.