Sabed que el SeƱor es Dios:
que Ć©l nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaƱo. (Salmo 99)
SeƱor, tĆŗ que eres mi Padre, el dueƱo de mi vida, de mi alma y de mĆ ser, te pido que no permitas que nunca me aparte de ti y de tus mandatos. Permite que siempre sea una oveja de tu rebaƱo y que jamĆ”s me aleje de Ć©l.
Mi buen pastor, tu que cuidas de cada una de tus ovejas, te imploro que sigas protegiendo a tu rebaƱo de los enemigos del alma que quieren perdernos, no permitas que caigamos en la tentaciĆ³n y lĆbranos de todo mal.
AmƩn.