
Muchos son los enemigos que me persiguen,
pero yo no me aparto de tus preceptos.
El compendio de tu palabra es la verdad,
y tus justos juicios son eternos.
Los nobles me perseguĆan sin motivo,
pero mi corazón respetaba tus palabras. (Salmo 118)
Señor Jesús, hoy vengo a pedirte que, bajo tu protección me hagas invencible y que detengas a mis enemigos para que todo lo que hagan sea en vano y que nada ni nadie puede dañarme.
Padre amado, te pido que mis adversarios cambien su camino y que sus almas vean el lado bueno de las cosas para que no quieran hacer el mal.
Te pido, divino Jesús, que alejes al enemigo declarado y al enemigo oculto y con oraciones ayudes a que encuentren el camino a ti. No guardo rencor Jesús, pero si temo, temo por el daño que puedan hacerme.
Dios justo, dios de hombres que sufren y hombres felices a los cuales has dado vida. Ayúdame, y ayúdalos a encontrar el sendero. Aleja a mis enemigos para que las espinas no me claven la piel, para que sus palabras no dañen mi reputación ni sus malos deseos deterioren mi fe.
AmƩn.