
TĆŗ no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huƩsped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia. (Salmo 5)
Dios Padre, Hoy vengo a implorarte tu infinita bondad. SƩ que por tu gracia nos bendices pero tambiƩn por tu justicia nos haces ver nuestros errores para poder aprender de ellos.
Padre amado, muƩstrame tu misericordia para poder deleitarme en tu gracia. SƩ que todo lo que haces es por mi bien.
Perdona mis pecados Señor, sé que con ellos te he ofendido, pero propongo firmemente alejarme de toda tentación que me pueda hacer ofenderte e ir en contra de tus mandatos. Dame tú perdón y tu misericordia de ahora y para siempre.
AmƩn.