
Oh Dios, nos rechazaste
y rompiste nuestras filas;
estabas airado,
pero restƔuranos. (Salmo 59)
Señor Jesús, Hoy vengo a clamar tu misericordia, hoy, mi corazón arrepentido viene a implorarte que no me rechaces, que no te canses de mis tropiezos y que no me abandones.
Padre amado, hoy imploro tu perdón y ansĆo tu presencia; te amo y te necesito, concĆ©deme la bendición de tenerte. SĆ© que rechazas mis pecados, pero te ruego no me rechaces SeƱor, te necesito, necesito que me liberes y me conduzcas por el camino del bien, hay momentos que me aparto de ti porque la carga de mis tribulaciones me domina en aflicciones; no me rechaces SeƱor Ā”AyĆŗdame a salir!.
Las debilidades de mi carne me hacen presa en las tentaciones, lejos de ti no tengo las fuerzas para negarme y aunque no quiero caer; la astucia de satanĆ”s me envuelve y viendo no veo, escuchando no escucho y apartĆ”ndome no me aparto. Ā”Necesito de ti SEĆOR! Para que alumbres mis pasos, fortalezcas mi cuerpo y alimentes mi espĆritu, solo tĆŗ me salvas, solo tĆŗ me fortaleces y solo tĆŗ eres mi anhelo.
AmƩn.