
El dĆa de su perdición se acerca,
y su suerte se apresura.
Porque el SeƱor defenderƔ a su pueblo
y tendrÔ compasión de sus siervos. (Salmo 32)
Padre, la maƱana de este dĆa quiero dedicarla a colocarme frente a ti y tu santa presencia para abrir total y plenamente mi corazón triste y arrepentido, confiando siempre en tu palabra.
Señor, Hoy vengo a reconocer mis pecados y a pedirte perdón por cada uno de ellos. Mi vida estÔ llena de errores, fracasos, angustias y sufrimientos, y, a causa de ello, me alejo de ti y de tu palabra. Pido tu compasión porque que soy pecador.
Padre, Hoy vengo a implorarte que me salves de pecados, conocidos y desconocidos, que me libres de todo vicio y de todo dominio del mal en mi mente, que me enseƱes a perdonar a todas las personas que me ofendieron, que me amargaron, que intentaron el mal contra mĆ, y clamo tu infinita misericordia.
AmƩn.