Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo;
danos alegría por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.(Salmo 89)
Señor, mi Santo Padre, hoy te doy gracias por permitirme y regalarme un día más de vida. Te agradezco de todo corazón por tu benevolencia ante mí y clamo ante tu hijo Jesucristo la dicha de seguir bajo tu Santo mandato. Gracias por mi salud, por mi familia, por mis amigos y permíteles gozar de la dicha que yo tengo en estos momentos.
Santísimo señor Jesucristo, hoy me hinco ante tu presencia darte gracias por todas las bendiciones sobre mi vida. Gracias por los momentos de dicha que he pasado, por cada momento de alegría y de gozo que he tenido hasta esta hora y por las que están por venir. Te pido que no me desampares nunca.
Protege a mi familia, a mis amigos, a mis vecinos y a todo aquel que en tus manos encomiende su vida. Con tu gracia y amor yo superaré cada obstáculo que enfrente en mi camino.
Amén.