Señor, que me alcance tu favor,
tu salvación según tu promesa.
No quites de mi boca las palabras sinceras,
porque yo espero en tus mandamientos.(Salmo 118)
Dios Padre Todopoderoso, te agradezco por este nuevo día, ya que con el nacer del sol, con mi despertar y con mi andanza por él, tengo la ocasión de estar más cerca de ti, de ser mejor servidor de lo que fui ayer.
Padre, te agradezco por la familia en que me has regalado, por mis buenas amistades y todo aquello que me lleva por el camino hacia ti. Te imploro que el día de hoy tu gracia y tu infinita bondad sobreabunden sobre mi vida, y que cada uno de los pasos que dé sean bendecidos por ti.
Señor, Hoy quiero seguir tus mandatos, tus leyes. Quiero ser ese hijo obediente que camina bajo tus reglas. No permitas que caiga en tentación y ayúdame a ser cada día una mejor persona.
Amén.