
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. (Salmo 1)
Amado Dios, Padre Todopoderoso, en la mañana de este nuevo día que está por empezar vengo a implorarte que, con tu gran poder, cuides cada uno de mis pasos, para que sea ejemplo de tu buen corazón a todos los que en sendero encuentre.
Padre, te pido que Hoy cuides mi lengua, mis labios y mi voz,para que ellos sean defensores de tu palabra y transmisores de la misma. Enséñame a ser instrumento de tu amor y poder propagar entre los míos tu gran misericordia y poder. Funde en mis manos tu santa sangre, Señor, que estén repletas de tu divina obediencia, para que mi empleo sea bendecido.
Señor, imploro que Hoy y siempre sea tu dicha la que toque mi corazón, y sea cadena universal el saber que soy tu fiel servidor, y de dicha manera ser un instrumento de tu divina paz. Pongo en tus manos todo lo que hoy soy y lo que seré, para que me moldees a tu imagen y preferencia, de tal manera de ser semejante a ti, por el bien de tu pueblo, y para que tu nombre sea glorificado en cada lugar que atraviese.
Amen.