
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos (Salmo 145)
Dios Padre Todopoderoso, en este día vengo a darte gracias por este nuevo amanecer. Tú que eres mi gran protector, el que me guía y me cuida en todo momento, te pido que no te apartes de mí y que seas siempre mi refugio y fortaleza.
Padre, mi suerte está en tus manos, ayúdame a que este día este lleno de bendiciones y que todos mis proyectos se consoliden. Fortalece mi fe y mi esperanza para caminar sin temor alguno y tener la firme certeza de que mi día será victorioso.
Te lo pido de corazón,
Amén.