
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones.(Salmo 32)
Padre amado, Hoy vengo a pedirte que no permitas que me pierda en medio del ajetreo del día, en mi trabajo y en mis afanes. Dame Hoy frescura de corazón para buscar las cosas que son realmente importantes, ésas que hacen mi vida profundamente humana; y al mismo tiempo ábremea tu mundo, a tu visión y a tus valores.
Señor, en estos días de reconciliación, haz que anhele encontrarte con alegría, para que descubra de nuevo el valor incomparable de la entrega gratuita, del respeto al otro, del amor espontáneo y olvidadizo de sí mismo, por Jesucristo nuestro Señor.
Permite que la venida más íntima de Cristo a nosotros me llene de gratitud y alegría. A ti ruego que me otorgues el don de tener muchos y buenos amigos, para que aprenda a apreciar a la gente y a regocijarme en sus dones y talentos.
Amén.