
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.(Salmo 2)
Señor Dios, Padre de amor, Hoy te pido de nuevo por medio de tu Hijo Jesucristo que permitas encontrarme realmente a él, de modo íntimo, de persona a persona, que encienda mi corazón con su Espíritu para que sepa renunciar a mis inseguridades y me atreva, con él, a llegar a ser su pueblo y su mundo en el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Padre, te pido que vayas conmigo a proclamar tu palabra de ánimo y de perenne esperanza y que me transformes en su cuerpo visible para el mundo, para que cada encuentro con nuestros hermanos se convierta, de ahora en adelante, en bendición, gracia y alegría, y en entrega generosa a ti y a todos los hermanos, por Jesucristo nuestro Señor.
Que la venida de Cristo en Belén que trajo alegría al mundo me llene de esperanza y que no haya más espacio para el miedo y la tristeza, de ahora y para siempre.
Amén.