
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono.(Salmo 96)
Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es mi hoy y mi mañana, mi pasado y mi futuro. En este momento que va a empezar un día más detengo mi vida para presentártelo y ponerlo total absolutamente en tus manos.
Padre, Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir este día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y de paz. Te pido que cierres mis oídos a toda falsedad, y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Cólmame de bondad y de alegría, para que cuantos convivan conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida, un poquito de Ti. Dame un día feliz y enséñame a repartir felicidad.
Amén.