​Oraciones por los Abuelos

Amado Señor Nuestro, que por tu gran amor otorgaste a San Joaquín y a Santa Ana la gracia de engendrar a la Santísima Virgen. Te pedimos por su intercesión que bendigas a todos los abuelos, especialmente a los que pasan grandes necesidades. Te pedimos por su sabiduría alcance a las nuevas generaciones y sea fundamento para sus proyectos de vida. Te pedimos que sean comprendidos en sus debilidades, asistidos en sus necesidades y respetados por sus familias y la Sociedad. Te pedimos Jesús, nieto divino de Ana y Joaquín, que los abuelos puedan introducir a sus seres queridos en el mundo de la fe. Amén.

Oración 2​

A ti Dios mío elevo mi oración, por todos los que se sienten agobiados por el peso de los años, tu amorosa presencia permitió que se prolongasen sus días en la tierra.

Dios mío, ellos miran para atrás y ven todo el camino recorrido, desde las travesuras de la infancia hasta la fragilidad del ahora.

Retira Señor toda la amargura de sus espíritus y que recuerden con preferencia los hechos agradables y felices.

Borra cualquier señal de resentimiento causado por la ingratitud y la maldad de los que algún día pasaron junto a ellos, alegra sus corazones cansados y abatidos, dale los medios de revivir las alegrías de una vida normal y sociable.

Dios mío ahuyenta los fantasmas de la soledad, del abandono y del desprecio.

Rodéalos de amparo y calor humano en su diario vivir para que puedan mantener un ánimo bien dispuesto, abierto y feliz.

Recompensa la disposición que demostraron, con la bendición de aquella paz que viene de ti y supera todas las limitaciones de la vejez.

Amén.​

Oración 3

Padre Misericordioso Tú me has dado la vida y me la has conservado hasta ahora; Tú me has conducido desde la juventud y me has demostrado tu fidelidad hasta la ancianidad. Alabo y bendigo tu misericordia y vengo de nuevo a implorar tu gracia.

Mis días están en tus manos: Ya no puedo hacer mucho,  pero puedo esperar, recibir, agradecer, orar, perseverar y ser fiel. Dame la gracia de la perseverancia y un bello atardecer de mi vida. Conserva entero y sereno mi corazón,hasta que descanse en Tí.

Bienaventurados aquellos que me hacen sentir que soy amado, que soy útil todavía y que no estoy solo.

Bienaventurados aquellos que llenan la última etapa de mi vida con cariño y comprensión.

Bienaventurados aquellos que entienden mi paso vacilante y mi mano temblorosa.

Bienaventurados aquellos que tienen en cuenta que mis oídos tienen que esforzarse para captar lo que dicen.

Bienaventurados aquellos que se dan cuenta que mis ojos están nublados y que mis reacciones son lentas.

Bienaventurados aquellos que desvían la mirada  al ver que he derramado la taza de café.

Bienaventurados aquellos que con una sonrisa me conceden un ratito de su tiempo para charlar de cosas “sin importancia”.

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