
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El SeƱor, hƩroe valeroso;
el SeƱor, hƩroe de la guerra.(Salmo 23)
Señor Jesús. Hoy me encuentro postrado a tus pies, siento mucho desanimo en mi vida, me siento como una tierra sin frutos. Pero sé, Señor, que tú me amas y por eso vengo a implorarte para que conviertas mi vida en un hermoso resplandor de fe y esperanza.
Padre amado, prepara mi alma para poder recibirte, siembra en ella la semilla del amor, la fe y el perdón y cuĆdala para que pueda florecer. SeƱor, labra en mi vida y dispón lo mejor para mĆ, y si bien el fruto no es el que espero, ayĆŗdame a entender que tu santa voluntad es lo mejor que puedo tener.
Amado Padre, has de mĆ hoy y siempre una persona Ćntegra, con temor de ti, con amor y respeto al prójimo y con la convicción de que tĆŗ eres e Rey de cielo y la tierra.
AmƩn.