
Dulce Madre del Valle, la de entornados ojos: con cuanto amor mi alma en la tuya se extasĆa para llenar tus manos de luz y de ambrosĆa. Tuya es mi mente. Madre; tuyo lo mĆ”s sagrado que mi pecho encierra; lo ofrecĆ desde niƱo cuando a tus pies postrado, tĆmido, emocionado, en mis manos llevaba las flores del cariƱo.
Yo me acuerdo de Ti, sĆ, en mi dulce inocencia cuando en tus dulces ojos se encontraban los mĆos, y mirĆ”ndote fijo brillaba en mi conciencia el faro de tu amor haciendo claros mis dĆas.
Y yo rezaba, sin murmurar plegarias, como rezan los niƱos cuando son inocentes, pidiendo en mis sollozos fueras intermediaria, ante el excelso trono del Dios, bueno y clemente.
Y pasaron los años, después de largos sueños. mis pasos te siguieron entre espinas y cardos, cuando esfuerzos ingratos tronchaban mis ensueños, Tú me dabas aliento con tus manos de nardos.
Cuajó un dĆa mi ilusión en un cĆ”liz de oro, se llenaron mis manos de fragancia de lirios, ensancharon mi pecho los himnos que te imploro, son los himnos supremos de mi amor y delirio.
Oración
Madre SantĆsima del Valle, a tus pies acudo confiadamente para pedirte que infundas en mi alma vivos sentimientos de fe en Jesucristo, tu hijo divino, porque El es el camino, la Verdad y la Vida.
Madre Amorosa, concédeme la paz Espiritual, llévame de la mano a los Sacramentos. Que en el seno de mi familia reine la comprensión y el amor. Acepta, Madre Santa, mi mÔs profundo agradecimiento por los favores que hasta hoy me has concedido y no desoigas las súplicas que te haga ante la necesidad. Amén.
Oración
Virgen SantĆsima del Valle vuestro permiso imploro. Madre y seƱora mĆa, para acercarme a pesar de mi indignidad a vuestro Sagrada Imagen. A vos vengo, celestial maestra, para que me enseƱƩis. A vuestros pies me postro, Bondadosa madre, para que me consolĆ©is. Bajo vuestro manto me oculto, Abogada poderosĆsima, para que me protejĆ”is. Todo lo sois, Madre y SeƱora del Valle, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del EspĆritu Santo. Gloria del pueblo Venezolano, guardiana esclarecida de la Isla de Margarita, para mi sois consuelo, amparo, fuerza, esperanza y segura protección en este Valle de lĆ”grima. EnsƩƱame, virgen SantĆsima que sirviĆ©ndome de Vuestro ejemplo imite Vuestras Virtudes; fortalecedme en la divina gracia de que fuisteis colmada, consoladme con la infinita dulzura de Vuestro oculto amor, especialmente en esta necesidad. De vuestro soberano Hijo obtened me lo que os pida.
Amen.