
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El SeƱor es la defensa de mi vida
¿quién me harÔ temblar? (Salmo 26)
Querido Dios, tú eres mi luz y mi salvación y por eso no tengo temor de mi enemigo ni del mal que puedan querer hacerme. Hoy pido tu santa protección y defensa contra tanta maldad y odio que me rodean, pido que cubras con tu escudo protector.
Bajo tu protección no siento miedo porque sĆ© que tu estĆ”s conmigo. No tengo temor del peligro porque tu amor me da seguridad. Te pido que hoy y para siempre seas mi compaƱĆa, quien vaya siempre delante de mĆ.
AmƩn.