
Alabad al SeƱor, todas las naciones.
Ćl la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
”Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! (Salmo 86)
Señor, hoy me siento triste de ver tanto odio y maldad que hay en el mundo, personas que atacan a su hermano sin ningún tipo de remordimiento ni temor de ti. Te pido Señor por todas esas almas desoladas.
Padre amado, te pido que todas las naciones se levanten juntas a proclamar tu amor y tu fe, que aprendamos a amarnos unos a los otros como hermanos y ayudarnos, no destruirnos.
Que el mundo entero grite tu santo nombre SeƱor,
AmƩn.