
Padre Santo, que el enemigo no tenga poder sobre mí, dame la seguridad de que estarás guiando mis pasos en todo momento.
Sé que cometo muchos errores a diario mi Dios, sé que nos soy perfecto y que muchas veces te he fallado, pero me esfuerzo a diario por ser de tu agrado mi Señor, porque quiero compensar toda la dicha que desbordas en mi vida, quiero poder regresar al menos un poco de toda la felicidad que Tú me das.
Es por eso que en mis posibilidades, brindo a otros mi protección, si me es posible ayudar a otros, me hago presente mi Señor, porque sé que es lo que esperas de mí, porque me has dado las mejores enseñanzas y el mejor ejemplo de tu amado hijo Jesucristo, que entregó en demasía su bondad y su servicio a los demás sin esperar nada a cambio.
Del mismo modo quiero que me permitas ser un hombre de bien, alguien en quien las personas puedan confiar y apoyarse, porque sé que muchos necesitan de Ti, y yo quiero ayudarles a llegar a tu camino, bendícenos y danos el precioso regalo de tu protección, para que nada malo nos pase, para que no perdamos la vida en manos de otros. Protégenos Padre Santo y no permitas que los malos sentimientos nos pongan en el lugar del agresor. Todo esto mi Dios, te lo pido con mucho fervor y amor, en el nombre de Jesucristo, Amén