
Señor amado, en este momento pongo a mi marido en tus manos. Tú sabes que él está pasando por tiempos de dificultad, pero confiamos en tu cuidado sobre su vida y en tu ayuda en todo momento.
Padre, te ruego que le des claridad sobre cómo debe actuar en medio de esta situación. Sabemos que tú tienes la solución, no hay ningún problema que sea más grande o que tenga más poder que tú. Por eso, acudo a ti, rogándote por tu intervención.
Por favor, protege a mi esposo y ayúdalo a sentir tu Espíritu Santo en este momento de dificultad. Renueva sus fuerzas en ti y ayúdalo a controlar sus emociones. Que no se deje llevar por la impaciencia ni por el temor, sino que se mantenga firme y seguro de que tú tienes la solución y se la mostrarás.
Padre, tú sabes el estrés que está causando este problema. Te pido que ayudes a mi esposo a descansar en ti, a llevarte sus ansiedades y preocupaciones con la seguridad de que tú obrarás conforme a tu voluntad. Sabemos que tu voluntad para tus hijos es buena siempre y esa es nuestra confianza.
Toca ahora mismo el corazón de mi esposo y llénalo de tu paz. Ayúdalo a ver cómo tú ya estás obrando. Allana su camino con personas justas, hijos tuyos que puedan mostrar tu cuidado sobre su vida.
En tus manos estamos y en ti confiamos, Padre celestial. En el nombre de Jesús, amén.